VIDA SALUDABLE
LO QUE DEBES SABER DE LA NUTRICIÓN INFANTIL

Contenidos

Introducción

La obesidad infantil se ha convertido en un serio problema de salud pública en nuestro país, por ello, la nutrición infantil es un tema prioritario. Recordemos que una alimentación balanceada es la base para el sano desarrollo de los pequeños.

Pensando en lo anterior, en Plan Seguro decidimos dedicar esta edición de Vida Saludable a compartir con nuestros asegurad@s información sobre: los mitos y realidades de la lactancia materna, beneficios de la leche materna y recomendaciones generales de nutrición infantil.

Recuerda que para nosotros lo más importante es tu salud y la de tu familia. De hecho, nuestro Programa Pediátrico está enfocado en brindar a los más pequeños del hogar el respaldo médico que tanto necesitan para el cuidado de su organismo. Si aún no conoces todos los beneficios con los que cuentas, te invitamos a que visites nuestro sitio web después de leer este newsletter.

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Mitos y realidades sobre la lactancia materna

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), junto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), se recomienda que, hasta los seis meses de edad, la leche materna sea el alimento exclusivo de los bebés recién nacidos.

Sin embargo, en México solamente uno de cada tres bebés es alimentado exclusivamente con leche materna, esto desde que nace hasta los seis meses de edad.

¿Por qué la leche materna es el alimento ideal para los bebés? Porque les proporciona todos los nutrientes que necesitan para crecer, desarrollarse y para que su sistema inmunológico se fortalezca.

En el caso del sistema inmune, ayuda a prevenir infecciones gastrointestinales y respiratorias, leucemia, diabetes, obesidad, cáncer infantil, alergias, hipertensión y colesterol alto. ¿Lo sabías?

¿Cuánta leche materna dar a tu bebé?

Muchas madres, sobre todo las primerizas, se cuestionan respecto a la cantidad de leche que se le da a los bebés, lo cierto es que la alimentación de los recién nacidos es de acuerdo a la necesidad de cada uno de ellos, es decir, cada bebé va marcando la frecuencia en la que hay que alimentarlo.

En concreto, la alimentación debe ser a libre demanda, hay que amamantarlo cuando lo pida y durante el tiempo que lo requiera.

La recomendación es que esto se haga hasta los dos años de edad, aunque en cierto momento se debe hacer una combinación de lactancia materna con alimentos nutritivos y adecuados para la edad del pequeño o la pequeña.

MitosRealidades
Las mujeres que tienen senos pequeños no pueden amamantar.El tamaño de los pechos no influye para la lactancia.
Solo algunas mujeres producen leche de buena calidad.Todas las mujeres producen leche de buena calidad.
Hay mujeres que no producen la leche suficiente para satisfacer a su bebé.Todas las mujeres producen la cantidad suficiente de leche materna.
Durante la lactancia, la mamá debe abstenerse de comer ciertos alimentos.La mujer necesita una dieta balanceada durante todo el periodo de gestación y lactancia, así que no hay alimentos que aumentan o disminuyen la producción de leche.
Si la mamá está asustada o enojada no debe darle pecho a su bebé.El flujo de leche se puede aletargar debido al estrés o miedo extremo, pero es una respuesta temporal del organismo.
Si la mamá está embarazada tiene que dejar de amamantar.La mamá puede seguir amamantando aunque esté esperando otro bebé.
Mientras esté lactando la mamá no puede tomar medicamentos.Si la mujer lactando está enferma de gripe o resfriado puede seguir amamantando. Cuando llega a enfermarse de gravedad, debe consultar a su médico antes de tomar cualquier medicina.

¿Sabías que durante el primer año de vida, los bebés que son amamantados tienen menor riesgo de mortalidad?
Fuente: UNICEF

Diferencias entre la leche materna y la leche de fórmula

Amamantar a un bebé es sin duda una experiencia única. Sin olvidar que proporciona la nutrición ideal que los infantes necesitan. No obstante, dar leche de fórmula a los pequeños también tiene ciertos beneficios.

A continuación te hablamos de las principales diferencias entre cada una:

Leche materna

  • Ayuda a combatir infecciones: de acuerdo con los especialistas, los bebés amamantados contraen menos infecciones, y es que la lactancia materna favorece el desarrollo de anticuerpos, así como de otros factores que luchan contra los gérmenes y refuerzan el sistema inmunitario de los bebés.
  • Es nutritiva y facilita la digestión: muchos especialistas de la salud llaman a los componentes de la leche materna; la lactosa, la proteína (suero y caseína) y la grasa, la comida perfecta para el sistema digestivo de todo bebé. En general debes saber que los bebés amamantados tienen menos dificultades para digerir la leche que los alimentados con leche artificial, ya que la leche materna se digiere más fácilmente.
  • Es rica en vitaminas: debido a su naturaleza, la leche materna aporta muchas de las vitaminas y minerales que necesita un recién nacido. La única excepción es la vitamina D.
  • No tiene costo: la leche materna no tiene costo, contrario a la leche de fórmula que incrementa su valor cada determinado tiempo. El único caso en el que produce un gasto es cuando se requiere adquirir aparatos para extraerla del pecho.

El alimentar completamente al bebé puede ayudar a una madre a ganar seguridad en sí misma sobre su capacidad para cuidar a su pequeño y hacerse responsable de él o ella.

Leche de fórmula

Carece de anticuerpos: desafortunadamente, ninguno de los anticuerpos que contiene la leche materna se encuentra en la de fórmula. Es así que este tipo de lactancia no proporciona al bebé la protección añadida contra infecciones y otras enfermedades que sí aporta la leche materna.

Aporta cierta comodidad: cualquiera de los dos padres puede darle biberón al bebé en cualquier momento, de hecho, otros miembros de la familia también lo pueden hacer. Esto permite que la mamá comparta ciertas tareas y responsabilidades con su pareja.

Menor tiempo invertido para la alimentación: por lo general, la leche de fórmula es más tardado de digerir en comparación con la leche materna, por ello, los bebés alimentados con leche de fórmula, en repetidas ocasiones, necesitan alimentarse con menos frecuencia.

Tipo de leche para cada etapa

A medida que el bebé se vuelve más activo, sus necesidades calóricas aumentarán y es posible que requiera de más leche para quedar satisfecho.

Si después de terminar un biberón sigue dando señales de hambre o se comienza a notar que requiere alimentarse con mayor frecuencia, es muy probable que se requiera aumentar la cantidad de leche, o bien, hacer un cambio de fórmula.

Fórmulas de inicio
Algunas personas las conocen como leches tipo 1 o para lactantes. Están desarrolladas para alimentar al bebé desde su nacimiento y hasta los seis meses de vida. Son las fórmula que suelen usarse para sustituir parcial o totalmente a la leche materna, por lo que contienen: carbohidratos, grasas y proteínas.

Fórmulas de continuación
Siguiendo las recomendaciones de los especialistas, el aporte energético de estas fórmulas debe ser de 60 a 85 kcal/100 ml. Por lo regular, en su composición tienen mayor cantidad de proteínas, pero el mismo porcentaje de grasas que las fórmulas de inicio.

Fórmulas para necesidades especiales
Se puede decir que son fórmulas de inicio o de continuación, pero diseñadas para alimentar al bebé si tiene una enfermedad, trastorno o condición médica particular. Una característica importante es que deben aportar la misma cantidad de energía que las fórmulas normales.

No hay que olvidar que al menos 1 de cada 3 niños menores de 5 años está desnutrido o tiene sobrepeso, esto según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No obstante, dichas fórmulas pueden tener mayor cantidad de ciertos nutrientes, entre ellos, vitaminas o minerales. Además, pueden adicionar elementos como la colina, taurina, hierro o cromo.

Nutrición infantil, ¿qué debe comer un bebé y un niño pequeño?

¿Cuáles son los alimentos saludables que deben comer los niños?

En general hablamos de verduras y frutas frescas; productos lácteos, tales como la leche, yogur, quesos, los cuales contengan un bajo contenido de grasa o sin grasa; carnes magras como pollo, pavo y pescado, así como pan y cereales integrales.

¿Cuánto se le debe servir a un niño?

A los niños hay que servirles porciones adecuadas, aunque es importante saber que en ocasiones no terminarán su porción. No hay problema si un niño no se come todo lo que tiene su plato, lo trascendental es que aprendan a conocer cuando se sienten llenos. Hasta los cuatro años de edad, los niños y niñas pueden ser quisquillosas para comer.

¿Qué deberías evitar darles de comer?

Es fundamental limitar los alimentos procesados y las bebidas azucaradas. Nos referimos en específico a: los refrescos, jugos de frutas, limonadas, tés azucarado y bebidas deportivas. En general, estas bebidas pueden ocasionar caries dentales y propiciar pesos corporales poco saludables.

¿Qué se recomienda darles de beber y comer?

Las mejores bebidas para los niños son el agua y la leche; ya que la leche proporciona calcio y vitamina D para fortalecer los huesos. Los helados se pueden consumir de vez en cuando, pero no todos los días. En lo que respecta a la fruta entera es 100% preferible a los jugos de fruta (ya que en esta presentación suelen tener mucha azúcar concentrada).

Recuerda que en Plan Seguro uno de nuestros objetivos principales es convertirnos en tu mayor aliado para cuidar y mantener al máximo tu estado de salud, y en este caso la de tu bebé y niños pequeños.

¡El mejor momento de tu vida es hoy!
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