MATERNIDAD Y CUIDADOS PARA LOS RECIÉN NACIDOS

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La maternidad llega con una serie de cambios físicos, psicológicos y sociales profundos; tanto la mamá como su bebé deben aprender a crecer juntos. Esta guía de maternidad y cuidados para los recién nacidos te ayudará en esa etapa de adaptabilidad.

¿QUÉ ES LA MATERNIDAD?

En el momento en que una mujer se convierte en madre, se le llama maternidad, toda una experiencia de vida.

Para la Organización Panamericana de la Salud, el concepto de “maternidad segura abarca la promoción y la protección del derecho al grado máximo de salud que se pueda lograr para las mujeres, las madres y los recién nacidos; así como el acceso a servicios adecuados de salud y sistemas sanitarios seguros y eficientes”.

La maternidad no solo cambia tu cuerpo y emociones, también tu rutina y costumbres.

Surgen diversas emociones o sentimientos, cambios psíquicos y dudas que se van contestando con el paso de los días.

Todos los cambios físicos durante el embarazo, ayudan a realizar y modificar lo que significa ser madre.

ETAPAS DE LA MATERNIDAD

Se divide en las siguientes:

  • Preconcepción (pregestacional).
  • Embarazo (prenatal).
  • Parto.
  • Posparto (puerperio).
  • Recién nacido (neonatal).
  • Lactancia.

En esta ocasión nos centraremos en los cuidados del recién nacido.

CUIDADOS PARA RECIÉN NACIDOS

Para asegurar el desarrollo normal del recién nacido y el mantenimiento de su salud, requiere de una serie de cuidados desde el punto de vista humanos y sanitarios.

Manejo del recién nacido:

  1. Lavarse muy bien las manos. Antes de tomar al bebé, asegúrese de que todas las personas que vayan a tocar al bebé tengan las manos limpias. El sistema inmunitario de un recién nacido aún no es lo suficientemente fuerte.
  2. Sostener la cabeza y el cuello del bebé. Es importante sostener bien la cabecita y el cuello al alzarlo, acunarlo o acostarlo.
  3. Nunca sacudirlo. Las sacudidas pueden provocar sangrado en el cerebro e incluso la muerte. Para despertar al bebé, no lo sacuda, solo acaricie sus mejillas o los pies.
  4. Fajar al bebé. Además de que mantienen abrigado al bebé, los tranquiliza y les da una sensación de seguridad y comodidad.

Ambiente y cuidados generales:

  1. Contacto piel con piel. En las primera horas de vida, el contacto íntimo piel con piel favorece la lactancia materna, mejora la termorregulación e inhibe la producción de hormonas de estrés del recién nacido.
  2. Temperatura. El recién nacido necesita un ambiente térmico adecuado, por lo general entre 22°C y 25°C. Vigile la temperatura y la humedad ambiental, evite las corrientes de aire.
  3. Ropa. La ropa debe ser adecuada para el ambiente y para neonatos: holgada, fácil de colocar y retirar, suave y de tejidos no irritantes como algodón. No utilizar ropa con cintas o cordones que aprieten tobillos, muñecas ni cuello. No arroparlos en exceso, depende de la temperatura del lugar.
  4. Luz y ruido. Los ciclos de sueño y alimentación se pueden ver alterados por un exceso de luz y ruido, además de que pueden irritar al bebé. Evite que su celular suene fuerte y repetidamente, si enciende la televisión que sea con un volumen bajo y lejos del bebé.
  5. Baño y cuidados de la piel. Después de las 48 horas de vida, ya se puede bañar al bebé. Un baño de esponja suave con una mínima cantidad de jabón neutro es suficiente hasta que se caiga el cordón umbilical (1 a 4 semanas) y la circuncisión se cure (1 a 2 semanas). Bañar al bebé durante el primer año con una frecuencia de dos a tres veces por semana. Los baños frecuentes pueden provocar sequedad en la piel. Evite el uso de cremas, productos perfumados y toallitas húmedas o con alcohol en los primeros días. Todos estos productos pueden irritar, sensibilizar o secar la piel. Para secar, se envolverá con una toalla suave y se darán toquecitos sin frotar asegurándose de no dejar partes húmedas.

Alimentación

  1. Leche materna. Lo mejor es darle pecho y que sea a demanda, es decir, las veces que quiera comer.
  2. No espere hasta que llore para alimentarlo. Los bebés dan señales cuando empiezan a tener hambre, como por ejemplo chuparse la manita, haciendo sonidos de succión, moviendo su cabecita buscando succionar y llorar.
  3. Horarios. Los recién nacidos necesitan recibir alimento cada dos a tres horas. Si lo amamanta, dele la posibilidad de tomar entre 10 y 15 minutos de cada pecho. Si lo alimenta con fórmula, es probable que tome alrededor de dos o tres onzas cada vez que tenga hambre.
  4. Asegúrese de que coma lo suficiente. Es más fácil controlar y saber si el bebé está recibiendo suficiente alimento si se le da fórmula. Si se le da pecho, es un poco más difícil. Si el bebé parece estar satisfecho y comer lo suficiente, debe mojar aproximadamente seis pañales al día, mover su vientre varias veces al día, dormir bien y subir de peso.
  5. Suficiente leche materna. Una manera de saber si el bebé está tomando la suficiente leche materna es fijarse si sus pechos se sienten llenos antes de alimentar al bebé y no tanto después de hacerlo.
  6. Hacer eructar al bebé. Cuando se alimenta al bebé, con frecuencia puede tragar aire, lo que puede ocasionar que se sienta molesto. Para ayudarlo, hay que hacerlo eructar con frecuencia. Si le da biberón, intente hacerlo eructar cada dos a tres onzas de leche o cada vez que lo cambie de pecho si lo amamanta.
  7. Evitar los gases. Si el bebé es propenso a formar gases o parece inquieto mientras lo alimenta, intente hacerlo eructar después de cada onza de leche del biberón o cada cinco minutos si lo amamanta.

Aspectos básicos del sueño

  1. Los bebés duermen alrededor de 16 horas o más diarias.
  2. Un recién nacido por lo general duerme por periodos de dos a cuatro horas.
  3. No espere que duerma toda la noche.
  4. Si no ha recibido alimento durante cuatro horas, será necesario que lo despierte para alimentarlo.
  5. A los tres meses de edad, los bebés pueden llegar a dormir toda la noche (entre seis y ocho horas). Si no lo hace no se preocupe, los bebés deben desarrollar sus propios patrones y ciclos de sueño.
  6. Dormir boca arriba. Para dormir, es importante poner al bebé boca arriba para reducir el riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante.
  7. Una cuna libre de peligros. Evite poner acolchados, mantas, piel de oveja, peluches o almohadas dentro de la cuna o el moisés.
  8. Los primeros seis a 12 meses, los padres pueden compartir habitación con el bebé (pero no la cama).

Las primeras semanas suelen ser las más estresantes pero también las de adaptarse a la nueva rutina. Salud y maternidad siempre van de la mano, por eso, todo lo que necesitas para esperar y recibir a tu bebé con el cuidado y protección que buscas, lo encuentras en el Programa de Maternidad de Plan Seguro.

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