La algología, es un término no registrado por el Diccionario de la lengua española, pero encuentra su etimología en el griego άλγος; algos, dolor.

En muchos países de habla hispana se utiliza este término para denominar a la rama de la medicina que estudia el dolor, así como su tratamiento científico.

Hablamos de tratamientos que se pueden dar, tanto por medios farmacológicos (analgésicos opioides y no opioides, antidepresivos y anticonvulsionantes), como por no farmacológicos (ejercicio físico, aplicación de frío/calor y otros).

Además de los ya mencionados, existen procedimientos de mínima invasión que se realizan en quirófano, bajo fluoroscopio. Estos implican punciones profundas de alta precisión anatómica, con el objetivo de depositar diversos fármacos líticos (fenol, alcohol absoluto, etcétera).

¿Qué especialistas se enfocan en la algología?

Al médico especialista de esta área de la medicina se le conoce como algologo, quien a su vez también cuenta con la especialidad de anestesiología, y complementa sus conocimientos para tratar todo tipo de dolor crónico no controlado por medios comunes.

De hecho, el tratamiento del dolor se puede extender a otras especialidades como la ortopedia, neurología, endodoncia, medicina interna y oncología. Y es sumamente útil en padecimientos como la lumbalgia, hernia discal, neuropatía diabética, herpes zóster, artritis reumatoide, dolor derivado del cáncer y otras algopatías.

Recientemente, el término algiología se ha utilizado con mayor frecuencia para evitar confundirlo con el de los botánicos algologos, profesionistas que estudian las algas.

¿Qué es el dolor?

Históricamente, el estudio del dolor fue iniciado por los médicos anestesiólogos. Y como ya mencionamos, la algologia es una especialidad ligada a la anestesiología (rama de la medicina responsable del estudio del dolor y su medicación científica).

Diversos médicos especialistas en algologia definen al dolor como un síntoma molesto y sumamente desagradable, el cual le avisa a la persona que algo no anda bien con su cuerpo.

También es la manera por la que el organismo emite señales de alerta al cerebro cuando ciertas zonas del mismo se encuentran enfermas.

El dolor puede clasificarse de acuerdo a su intensidad en:

• Agudo: Es uno de los síntomas de enfermedad. Cuando dura más de 30 días deja de ser tomado como síntoma y se considera un padecimiento, el cual en algunos casos puede llegar a lesionar ciertas estructuras nerviosas o vasculares.
• Crónico: Es aquel que dura más de 40 días, y puede llegar a provocar efectos tanto físicos como psicológicos en la persona que lo padece.
• Somático: Este tipo de dolor se encuentra bien situado y la persona no tiene problema en identificarlo o describirlo.
• Visceral: Suele originarse en los distintos sistemas del organismo, y frecuentemente se le asocia con intensas contracciones o inflamaciones en los órganos

Hoy en día, las personas no tienen que sufrir a causa de estos malestares, ya que la medicina moderna ofrece diferentes alternativas, o bien, existen clínicas del dolor especializadas (públicas o privadas), en donde se ayuda a las personas a manejar el dolor.

En México existen numerosos especialistas en el área de la algologia, quienes se encargan de tratar a pacientes en sus diferentes etapas, a fin de aminorar un poco los dolores que surgen durante estas.

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