Así funciona tu cerebro mientras estás leyendo

Leer es una de las actividades más fascinantes que realizamos. Aunque puede parecer algo difícil, la realidad es que la lectura involucra una serie de procesos mentales que van desde el reconocimiento de las letras hasta la compresión de las mismas. Además, la lectura nos permite ejercitar habilidades cognitivas avanzadas y el pensamiento crítico.

De acuerdo con datos del Módulo sobre Lectura (MOLEC), en México el 41.8% de las personas leen libros, siendo este el material más leído, seguido por páginas de internet, foros o blogs. Los cuales, el género más preferido es de literatura (39.4%), superación personal (31%) y de alguna profesión (29.6%).

Cada vez que interpretamos un texto, nuestro cerebro realiza predicciones y ajusta su comprensión en función de la nueva información, un proceso que fortalece las conexiones neuronales y mejora nuestra capacidad de aprendizaje. Pero, ¿qué otras actividades neuronales suceden mientras leemos?

El primer paso es la decodificación visual, donde nuestros ojos captan lo que estamos leyendo. Este proceso comienza en la corteza visual, ubicada en la parte posterior del cerebro.
El proceso continúa el reconocimiento de las palabras activa nuestro léxico mental, un “diccionario” interno donde se almacenan todas las palabras que conocemos junto con sus significados. Esta información se procesa en áreas del lóbulo temporal izquierdo.
Para entender una sola oración, nuestro cerebro necesita más que reconocer las palabras, debe comprender cómo se relacionan entre sí gramaticalmente. Aquí es donde entra en juego el área de Broca (lóbulo frontal izquierdo), esta región es fundamental para procesar la sintaxis y estructurar las oraciones.
La integración semántica es el proceso mediante el cual conectamos lo que estamos leyendo con nuestros conocimientos previos para una comprensión más profunda. Lo cual involucra múltiples áreas del cerebro, incluyendo el lóbulo parietal y el prefrontal.
Leer no solo implica un proceso cognitivo, sino también emocional. Al leer algo conmovedor o emocionante, el sistema límbico, se activa, lo que puede provocar respuestas emocionales como alegría, tristeza o empatía.

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Si bien los procesos de lectura se llevan a cabo en el hemisferio izquierdo, el hemisferio derecho también juega un papel crucial. Especialmente en la interpretación de metáforas y significados abstractos. Ahora todo tiene sentido, ¿no? Incluso en este momento que estás leyendo este blog, tu cerebro está pasando por todo un proceso neurológico.

Si estás buscando comenzar o mejorar tu hábito de lectura, aquí tienes algunos consejos clave que podrán funcionarte:

Encuentra un género que te guste. La lectura es más efectiva cuando disfrutas lo que estás leyendo.
Comienza con metas pequeñas y alcanzables. Puedes empezar leyendo 15 minutos al día y luego aumentar gradualmente el tiempo, sin sentirte abrumado.
Busca un lugar tranquilo donde puedas concentrarte sin distracciones.
Asegúrate de que la iluminación sea adecuada y de tener un buen asiento que te permita mantener una postura correcta.
Únete a un club de lectura para enriquecer tu experiencia con diferentes perspectivas en los temas discutidos.

Referencias