Hoy en día, la ansiedad se ha convertido en un sentimiento frecuente para muchas personas, afectando no solo la salud mental, sino también tiene un impacto significativo en la salud física. La ansiedad es más que simplemente preocuparse; es una respuesta compleja del cuerpo frente al estrés crónico o agudo, que puede manifestarse de diversas formas y tener efectos productos en varias partes del cuerpo, entre ellos, el sistema inmunológico.

De acuerdo con datos del Instituto de Seguro Mexicano Social (IMSS), 3 de cada 10 personas padecen algún trastorno mental a lo largo de su vida, y más del 60% que lo sufren, no reciben tratamiento adecuado.

Cuando experimentamos ansiedad, nuestro cuerpo entra en un estado de alerta conocido como la respuesta de lucha. Este mecanismo involucra la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, las cuales nos preparan para enfrentar una amenaza. Sin embargo, la activación constante de esta respuesta puede agotar nuestra energía. Pero, ¿cómo afecta específicamente a nuestro sistema inmunológico? Veámoslo a detalle:

• La inflamación es una respuesta natural del sistema inmunológico para combatir infecciones y lesiones. Cuando se vuelve crónica, puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas, diabetes, entre otros. Además, la inflamación puede suprimir su función, haciendo que sea menos efectiva para defenderse contra patógenos externos.
• La ansiedad puede llevar a cambios que afectan el sistema, como alteraciones en los patrones de sueño y alimentación. Debilitando así las defensas naturales del cuerpo, volviéndolo más vulnerable a otros problemas de salud.
• Puede afectar a la capacidad del cuerpo para sanar y recuperarse adecuadamente de lesiones o enfermedades. Esto se debe a que el sistema inmunológico puede estar comprometido y el proceso de curación sea más lento o menos efectivo.

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¿Qué hacer para fortalecer tu sistema inmunológico teniendo ansiedad?

Es importante mencionar que, la ansiedad es una reacción normal que se activa ante una amenaza o una situación que te pone nervioso. Se vuelve un trastorno cuando esta reacción se activa de forma persistente hasta el punto que interfiere de manera importante en actividades diarias. A continuación, te compartimos algunos puntos claves para manejar este sentimiento:

• Consume frutas, verduras y grasas saludables. Además de evitar el excesos de azúcar y alimentos procesados
• Haz ejercicio de forma regular, incluso como caminar, para estimular la producción de células inmunitarias.
• Duerme lo suficiente a través de una rutina de sueño regular.
• Busca el apoyo de amigos, familiares o psicólogos.
• Consulta con un médico sobre la posibilidad de tomar suplementos como vitamina D, C, zinc o probióticos.
• Identifica y trata de minimizar las situaciones que te generen estrés.

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Referencias

• Mi sistema inmune | Ansiedad e inmunidad: cómo el estrés afecta a las defensas de tu cuerpo y qué puedes hacer al respecto (2023). Recuperado el 12 de julio del 2024, de: https://www.misistemainmune.es/vida-saludable/bienestar-mental/ansiedad-e-inmunidad-como-el-estres-afecta-a-las-defensas-de-tu-cuerpo-y-que-puedes-hacer-al-respecto
• Revista Mexicana de Neurociencia | Estrés y sistema inmune (s.f). Recuperado el 12 de julio del 2024, de: https://previous.revmexneurociencia.com/wp-content/uploads/.pdf