Cómo ayudar a tu hijo a enfrentarse a situaciones de estrés

Durante la infancia, es común que los niños experimenten estrés como respuesta natural a los cambios y desafíos que enfrentan en su proceso de desarrollo. Por lo que, hablar con tu hijo, fomentar el ejercicio físico, enseñar técnicas de relajación, promover un ambiente tranquilo y relajante en casa, y buscar ayuda profesional, son algunas de las herramientas más valiosas para que tu hijo pueda enfrentarse a cualquier reto y mejorar su salud emocional y mental.

Tipos de estrés en los niños

Momentánea: Acelera ligeramente el ritmo cardíaco y libera las hormonas en el cerebro debido a situaciones de frustración.
Temporal: Se liberan hormonas que pueden afectar a su desarrollo si no se cuenta con las herramientas para controlarlo.
Prolongada: Liberación continua de sustancias que afectan al desarrollo cognitivo y emocional. Además, incrementa las posibilidades de presentar enfermedades crónicas en la edad adulta.

¿Cómo reconocer las señales de estrés en tu hijo?

Es importante recordar que cada niño reacciona de manera diferente a las dificultades y que algunas señales de estrés pueden no ser evidentes. Aquí te presentamos algunas señales a tener en cuenta:

Cambios en los hábitos alimenticios o del sueño.
Aumento de la irritabilidad e hiperactividad.
Temores intensos.
Comportamiento autodestructivo.
Preocupación extrema y constante.

El estrés puede surgir a raíz de cambios positivos, como iniciar una nueva actividad, aunque con mayor frecuencia se asocia a cambios negativos, como una enfermedad o situaciones que lo ponen en una situación fuera de su zona de confort.

Factores de riesgo que provocan estrés en niños

A menudo, situaciones que un adulto puede manejar con facilidad pueden generar estrés en un niño, lo cual puede tener un impacto negativo en sus emociones, seguridad, confianza y autoestima.

Manejo de responsabilidades al mismo tiempo.
Presión social.
Cambios corporales, tanto en los niños como en las niñas.
Presenciar discusiones parentales.

Hábitos saludables que mejoran su salud mental

Establecer rutinas:

Son importantes para la tranquilidad emocional de los niños, ya que les ayuda a sentirse seguros.

Fomentar la actividad física:

El ejercicio es una excelente manera de reducir el estrés y la ansiedad, por lo que es importante animarlos a que realicen actividad física regularmente.

Motivarlos a ser creativos:

Alentar la creatividad y la imaginación puede ayudarlos a desarrollar habilidades de resolución de problemas y a encontrar formas de manejar situaciones estresantes.

Promover la comunicación en familia:

Hablar sobre sus sentimientos y escuchar sus preocupaciones puede ayudarles a sentirse comprendidos ante una situación estresante.

Enseñar habilidades positivas:

Enseñarle formas saludables de manejar el estrés, como la respiración profunda, la meditación o la relajación muscular progresiva.

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